Narrador Iktan observa a Aura dormir en una posición que le parece incómoda pero ella parece estar a gusto. Lleva una manta sobre su cuerpo y una taza de té descansa sobre la mesa. Sabe que él estuvo aquí toda la noche velando su sueño mientras ella a su vez velaba el suyo. Las palabras que intercambiaron Nasun y su esposa aun resuenan en su mente. ¿Solo estaban tratando de darle celos? Qué idea más tonta. Iktan acomoda su ropa y sale de la sala médica sin despertarla. Tiene mucho trabajo y no tiene tiempo de juegos y ahora que supo que ellos estaban fingiendo todo esto se siente más tranquilo pero molesto pues de nuevo es algo que se salió de sus manos y no hay nada que odie más que no tener el control de la situación. —¿Irte? Por dios Aura, ¿A dónde te irás? ¿Por qué? —El silen