El alfa, su esposa y sus hijas, viajan a la gran ciudad, en aquella en la que sus padres se enamoraron, en dónde toda la historia de su amor comenzó.
Las gemelas observan todo con sorpresa, sus miradas pequeñas y atentas no pierden detalle del nuevo mundo que las rodea. El ruido, el aroma, el clima no es nada comparado con la reserva, aquí es más denso, menos fresco y por supuesto hay más humanos que lobos.
Nerea se divierte manipulando al hombre de los helados para que le ponga un poco más a su cono, una acción inocente pero con poder.
Arya, quien sujeta la mano de Nasun con demasiada firmeza, observa la falta de flores, árboles y animales. Será difícil para ella adaptarse pero no difícil.
—¿Te encuentras bien?
—¿Por que vinimos a este lugar?
—Porque necesitarás aprender cosas
