Aura —¿Has visto a Arya? –cuestiono llegando hasta Nerea quien se encuentra dibujando sobre una hoja blanca. —Dijo algo sobre liberar a una serpiente en los límites de la reserva. –confiesa y yo me convierto en un trozo de hielo. —¿Qué has dicho? —Eso dijo antes de salir de la casa. Le dije que si quería compañía pero me dijo que la serpiente era demasiado tímida y mi presencia la pondría incómoda. —No te salgas de aquí, si llega tu padre dile que salí a buscar a Arya. —Si mi reina. –responde con una sonrisa en sus pequeños labios. Salgo de casa corriendo en busca de Arya. Me aterra la palabra serpiente si en la oración de encuentra mi hija también. Aquí hay serpientes comunes pero algunas llegan a medir varios metros, mi hija sería un bocadito apenas para ellas. Pensar en