El joven Liam pasa a mi lado en su búsqueda de una salida, me mira de reojo y deduzco que eso es mi señal para salir detrás de él. Camino a paso apresurado, ya que sus piernas son demasiado largas, hago lo que puedo para no perderlo de vista y así continuamos hasta que subimos por la escaleras de vuelta a su habitación. —Maldita bruja—refunfuña—no sé como mi padre la ha soportado tanto tiempo. No respondo porque no creo que sea adecuado y además no sé si realmente se esta dirigiendo a mí. Abre la puerta, pero antes de que de un paso al interior, él da un portazo y por poco me da en el rostro. Trago saliva y suspiro para darme valor para entrar a la habitación, aunque algo dentro de mí, me indica que es una mala idea, después de todo fue la misma señora Mitchell quien ordeno que lo asis