Estaba consumida enteramente. Mi mundo se encontraba en un carrusel sin frenada, solo podía sentir su aumento de velocidad día tras día. Era inconsciente de los días que pasaban, de los meses que me encontraría aquí viva. Aunque la palabra ''viva'' solo sea una suposición, o tal vez, lo decía para encontrar alguna esperanza dentro de ella. Estaba muerta en vida. Desde el día que me encerraron aquí, en este calabozo infernal. No entendía, -ni quería saber-, la maldita razón por la que mi padre habría aparecido. Recordaba mi infancia ''perfecta'', -o eso me habían hecho creer-; Vivía feliz, radiante. Tenía una familia cariñosa, amable. Mis padres me habían dado todo a su alcance para que fuera feliz. Pero un día todo ese hermoso y perfecto castillo de donde me encontraba, se había derr