Después de estar casi el día entero con Mary, regreso a casa y no hago nada nuevo, me encierro a estudiar, el miedo que me está causando que alguien me vea junto a Hugo, u que algún reportero nos capte hace que me sienta más segura hablando solamente por teléfono con él, pero la relación así no funcionará. —Car —escucho la voz de mi madre a mis espaldas. ¿Qué le dio con mi diminuto ahora? —. ¿Tienes un minuto? —pregunta avanzando, lo sé, sus tacones resuenan. —La escucho —le digo sin voltear a verla, no recuerdo la última vez que tuvimos una conversación larga o formal. —No sé si es una broma u algo serio, sólo quiero que sepas que es él o tus estudios, sé que tomarás la decisión correcta. Reprimo el dolor de la puñalada que acabo de recibir y volteo a verla con toda la fuerza que