Le devuelvo el beso con la misma intensidad, aferrando mi mano detrás de su cuello. Su mano llega a uno de mis senos, me da un leve apretón y le muerdo el labio sin querer, gime sobre mis labios, y apenada me río. —Lo siento —murmuro sin dejar de besarlo. Hace intento de alejarse pero no lo dejo. —Pequeña —protesta contra mis labios. —Lo sé —me reincorporo rodeando su cintura con mis piernas, y desciendo mis labios a su cuello. —. Voy a respetar tu límite, me conviene —digo soltando una pequeña risa. Trazo mis labios sobre su piel haciendo círculos por todo su cuello, empiezo a desabotonar su camisa bajando mis labios a su pecho, jadea cerca de mi oído, lo que provoca una guerra de sensaciones en mí, nunca lo he oído gemir y quiero cumplir esa fantasía hoy. Volteamos y quedo a