Una vez que hemos terminado de comer mi esposa comienza a limpiar la oficina, mientras que yo tiro la j basura en su lugar correspondiente. De un momento a otro puedo sentir las manos de mi esposa sobre mi pecho. Sonrio con picardía mezclada con diversión. Me giro a observarla para comenzar a besar sus carnosos, perfectos y sencillos labios.
Estoy a punto de acariciar sus pechos por debajo de su blusa en cuanto el sonido de la puerta se hace presente y con ello se interrumpe nuestro segundo encuentro s****l, mi esposa solo sonríe y solo indica que pueden ingresar mientras se sienta frente a mi escritorio y yo me siento sobre mi silla giratoria con rapidez.
Los pasos de la persona que nos interrumpió se hacen presentes y me doy cuenta de que es mi amigo Thomas, quién entra con una sonr
