Llegamos a una pista de aterrizaje, los hombres encubiertos me toman del brazo para ayudarme a bajar de la camioneta polarizada. Me encuentro cara a cara con Grace Miller quien me observa de arriba a abajo y hace una mueca de desagrado. Le regalo una mirada de seriedad ya no puedo sentir nada por esta mujer. -Hubiera preferido que también nacieras muerto. -Tus palabras ya no me lastiman más... Grace. Ya se toda la verdad. Tal vez suene feo lo que diga, pero fue mejor que ese bebe nació muerto. Así no hubiera sufrido lo mismo que yo. -Para tu información, a ese bebe lo hubiera tratado igual que a ti, como un maldito perro. -Tienes un corazón podrido. ¿Cómo puede ser posible que seas así? A Alexa también la has lastimado. -¡Por supuesto que no! Alexa es mi hija, pero no de Hall Mil