Sabía que Ezel era lo suficientemente bueno como para no tocarme, y una parte de mí, deseaba que sea ese chico bueno, la otra, parte ,la que no tiene sexo hace más de dos años, la egoísta e impulsiva, de veinte años, estaba deseando que el se quite el maldito boxer y me coja como si no viviera con Nora Maylou. El problema de desear tanto a Ezel era que mi mente comprendía muy bien que el no era y nunca iba a poder ser un pedazo de carne para rascar una comezón, podía ver los engranajes en esa cabeza inteligente y hermoso suya. Sabía que estaba analizando los pros y los contras, como lo haría con cualquiera de los casos que ha llevado, el hombre era increíblemente ágil, e inteligente, tenía un olfato realmente increíble para lo que iba a ser un negocio exitoso, pero yo estaba lejos de desea