Lloro en silencio mientras leía y releía cada línea, él había sufrido al igual que ella, le consoló y en cierta forma le conmovió saber que Julián nunca había dejado de buscarla. No era una persona que se interesara en leer documentos ajenos, pero no se arrepintió de haber leído esa carta, era lo mejor que le había ocurrido esa mañana, eso y poder llegar a la ciudad de México gracias a Julián. Mientras pensaba en él, nuevamente sintió esa sensación de vacío en el estómago. Guardo la carta en su sitio al recordar la razón por la que se había levantado en primer lugar, así que una vez guardada la carta, se dirigió a la cocina. No fue sencillo encontrarla aunque Silvia ya le había mostrado por completo la casa, después de todo era la primera vez que estaba ahí. La cocina era amplia, ten