○○◘◘••♥♥••◘◘○○ Ahora me estaba aguantando el mal carácter de Bastian, quien no decía nada, pero se comportaba seco, hacía mala cara y contestaba con monosílabos a lo que cualquiera le preguntara. Entendía lo que había querido hacer Briseida, pero estoy más que segura, que esa no era la respuesta que esperaba y yo tampoco me iba a ponerme a contradecirla, ya que no veía sentido alguno. Bastian estaba con una actitud tan cansona, que hasta Elena lo miraba un poco recelosa y todo nos lo decía o pedía a su tía y a mí. —¿Podemos ir a esa parte? —pregunta Elena, señalando una zona de la playa, en la que hay varias palmeras como si armaran un camino o jardín, frente al que se encuentra un pequeño corta olas de rocas. —¡Sí, vamos, vamos! —grita emocionado Elián y da pequeños saltos sobre la