ALEXA
El doctor seguía moviendo la vara en mi interior y apretaba botones en la máquina con mucha concentración como si algo malo pasara. Mi corazón comenzó a sentirse acelerado por su silencio y apreté la mano de Julia preocupada.
Cuando terminó, me pidió vestirme para hablar. Mis manos temblaban mientras terminaba de vestirme y al salir del pequeño baño vi a Julia caminar de un lado a otro. El médico señaló las sillas frente a su escritorio y me senté.
- ¿Está todo bien? - Dije, las lágrimas se estaban acumulando en mis ojos.
Él me miró a los ojos un segundo y escribió en una carpeta. Cuando termino juntó sus manos sobre el escritorio y volvió a mirarme fijamente. A decir verdad su mirada me cohibía bastante.
- Julia - Llamé
Ella me miró.
- ¿Puedes sentarte ? Verte caminar d
