- Bueno ya que estoy sola, me iré a conseguir un trago. - Me acerqué a la barra muy bien establecida en una esquina del salón. - ¿Qué le puedo servir? - Dijo el barman. - Solo una copa de vino. - El chico asintió y se dio la vuelta. Suspire y me puse a observar a las personas, todos parecían ganar un sueldo por encima de los cien mil, las mujeres vestían carísimos trajes de gala, y la mayoría de los hombres vestían de esmoquin. Solo un par de ellos estaban de traje y corbata. El chico barman me dio mi copa de vino y se volvió a atender a otras personas. Busqué a Connor pero no lo vi, de seguro tiene un asunto importante que tratar con su padre, por otro lado su madre no tan disimuladamente me lanzaba miradas de odio. La verdad no sé es su maldito problema, yo no le hice nada aparte de