Vanessa Thompson. Después de una noche cargada de todo tipo de emociones, al fin ha amanecido. Ni Angie ni yo hemos pegado el ojo en toda la noche, porque a pesar de la insistencia de mi amiga de que debo descansar, la ansiedad que siento a causa de todo lo que pasa, no me lo permite. Curtis llega apenas rompe el alba, con su siempre imponente traje de tres piezas italiano, zapatos lustrados al punto de que puedes ver tu reflejo si así lo quieres y una expresión serena, tranquila, que transmite paz; como alguien que está acostumbrado a tener el control de todo, como si las horas de vuelo no tuvieran el poder para hacer mella alguna en él. En cuanto entra a la habitación, es inevitable para mí notar que Angie se pone tensa. Sus hombros y su postura en general es rígida, pero logra disi