Angelica White Mis pies rebotan sobre la moqueta sin parar. La ansiedad me está consumiendo en este momento y creo que si alguien se me cruza enfrente con cualquier clase de estupidez, soy capaz de arrancarles los ojos. Ya no tengo uñas, ni cutícula, y prácticamente no me quedan dedos que poder morder. No soy capaz de controlar mis nervios, por más que intente calmarme, están fuera de control, al igual que mis recuerdos. La desesperación por no saber dónde demonios estaba Vanessa me llevó a hacer la estupidez más grande que pude haber pensado. Llamar a Curtis Wood es justamente eso. Aún no sé cómo demonios se me ocurrió hacer algo como eso. Soy una idiota. No debí dejarme llevar por los nervios porque cada vez que hablo con él, siempre pasa lo mismo, intenta remover un pasado que no