Angélica White. Para decir que alguien me rompió el corazón, debería haber sido su dueño antes, ¿no? Así es como funciona esto, o al menos, es lo que yo supongo. Curtis no es y nunca ha sido, el dueño de mi corazón, no puede serlo y tampoco creo que lo sea en algún momento. Me niego a darle ese poder sobre mí, a quedar débil ante él, ante la merced de sus palabras y sus deseos. No puedo ser una más en su lista de conquistas y terminar siendo eso que tanto odio, una de esas ingenuas que ven más allá de lo que hay realmente. No soy así y él no hará que eso cambie. Pero, entonces, ¿por qué duele tanto? ¿Por qué se siente como si me lo hubiera hecho trizas? Como si hubiera logrado, con solo unas palabras, eliminar de un tajazo todo lo que estaba latiendo por él y en el proceso, hacerme se