KRISTAL Me limpio la tierra de los pantalones e intento secarme las lágrimas en un intento inútil, y vuelvo a recorrer el camino de grava hasta la entrada del cementerio. Tengo que estar horrible con ojeras y la nariz y los ojos rojos, bajo la cabeza al pasar por delante de la gente del cementerio. No me gusta que me ven llorar, pero al final siempre lo acaban haciendo y consolándome, y encima es siempre por el mismo chico por el que lloro. A la salida del cementerio me espera Mike apoyado en su coche, y lo agradezco, no quiero ir hasta mi casa andando y que todos me miren. – ¿Te apetece si vamos a alguna parte? –me pregunta, y me abre la puerta del coche para que pueda pasar. –No –me abrocho el cinturón y espero a que suba –. Quiero dormir y comer la comida basura de Amy c