10

2693 Palabras

AMELIA Las manos de Elliot no dejaron de tocarme, y parecía que sus labios tampoco aunque yo no me quejaba porque disfrutaba de ese contacto. Nunca antes me había sentido tan a gusto con un chico en esos temas, ni siquiera con nuestros otros besos, pero me pareció especial y se me revolvió el estómago. Fueron largos minutos, tantos que se nos fue un poco la hora para llegar a casa, pero por primera vez me dio igual. Elliot se suspiró contra mis labios y cuando abrí los ojos él ya me miraba entre respiraciones jadeosas. Me sentía los labios hinchados, cosquilleándome, y muy húmedos. Él sonrió y yo me sonrojé como la adolescente hormonada que empezaba a ser cerca suya.   Se sentó a mi lado en la roca y me pasó el brazo por los hombros estrechándome contra su pecho en un gesto que me mantuv

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR