AMELIA —¿A Mirta? —le preguntamos a Erick. Jess y yo nos miramos, y después a Erick. El baile de graduación era esa misma tarde y ni siquiera sabíamos que Erick tuviera pareja. Estábamos en el centro comercial porque yo necesitaba recoger mis zapatos de la tintorería después de que en un despiste se me cayera algo de salsa de tomate. —Me lo pidió ella hace un par de días —comentó como si nada y le dio un sorbo a su batido. Mirta no estaba tan mal, pero ni siquiera sabía que se hablaran. —¿Y te gusta? —le preguntó Jess. Erick arrugó la nariz y negó con la cabeza. —Es agradable y me cae bien, pero es algo... ¿rara? Bueno, ya sabéis, tiene un problema con el control. —He escuchado que ha sido bastante estricta con las decoraciones de la graduación. Le gritó a James porque co