Xio: Tenía hambre. Tenía hambre. Tenía hambre. Tanta que podría comerme una hamburguesa doble carne con tocino, queso y coca cola. Y yo no era fan de la carne. Decidí que era hora de sacar al señor Folladux de su claustro e ir a por algo de comer, así que salí de la sección de archivos quería, de preferencia pizza porque... ¿Que no soluciona esa deliciosa maza de harina, levadura, salsa de tomate, queso y tocino? Todo bueno, no todo pero casi todo. Caminé por este laberinto del fauno. Aunque bueno, era el laberinto del señor folladux hasta llegar a su oficina. Alondra me miraba asustada desde el otro lado de la recepción donde estaba mi escritorio, y Sebastien estaba más pálido que un papel. -Señorita le aconsejo que no entre ahí -dijo nervioso. -¿Por qué no entraría a la oficina de m