Los meses van pasando muy rápido, mis padrinos están felices en la casita de huéspedes aunque pasan la mayor parte del tiempo con nosotros. Yo no puedo creer lo empalagoso que se ha vuelto Sam con mi embarazo, me tiene completamente loca, se me aparece donde quiera para llevarme comida y Brad solo le sonríe, esta obsesionado por que dice que estoy muy delgada y que nuestro bebe necesita alimentarse más. Sam y yo venimos saliendo de la consulta nos acaban de decir que tendremos una niña y Sam no deja de llorar, estamos muy emocionados, llegamos al rancho para darles la noticia a mis padrinos y ellos también están felices, de pronto sale mi padrino con su sombrero y Sam viene detrás de él. —¿Y ustedes a dónde se supone que van? —Chaparra nos vamos a Dallas, tenemos que comprar todo para