Danielle.
Es temprano, hoy tendré un día realmente ocupado, es la sesión y grabación del video de nuestra nueva línea de labiales Eternity Forever. Tomo un sorbo de mi café mientras reviso los últimos detalles.
La tranquilidad me rodea, hasta que esa maldita voz me interrumpe.
—Quiero un café, Danielle, y date prisa.
—¡¿Perdón?! Te lo dije ayer y te lo repito, solo seré tu asistente en la empresa, solo si se trata de trabajo.
Él se sienta frente a mí y llama a alguien.
—Abogado, ya decidí cuál empresa quiero.
¡Maldito bastardo!
—¡Está bien! ¿Cuánto de azúcar?
—Pregúntame con un mejor tono de voz y llámame Ceo.
Me doy la vuelta y voy a la cocina por el café.
Regreso y le sonrió.
Él escupe el café y lo arroja al piso.
—¡¿Qué le pusiste, imbécil mujer?!
—Tienes razón, soy t
