«¿Por qué es tan inexplicable? Yo... siento que te conozco desde antes. ¿Quién eres?». Danielle. —Gracias por dejarme verte, creo que esté eres tú. Puedes colocar una barrera con los demás, pero conmigo no puedes, Damián. —Lo sé, tú eres especial, desde que golpeaste mi auto en el semáforo, Danielle. —Eres tan hermoso, no quiero que cubras tu rostro, Damián. —Lo hago solo los días en los que me siento vulnerable y tengo pesadillas. —¿Podría protegerte? De todas maneras eres mi pequeño hermano. —Nada más compartimos apellido, Danielle. Esto no está mal. —¿Por qué lo estaría? No somos nada, ni amigos, yo no te soporto. —Eres tan mala conmigo, Danielle. —¡Mira quien habla! El que es cruel hasta con su sombra. Aunque ahora sé que solamente es un escudo para protegerte del dolor de

