LO QUE RECONSTRUIMOS ©
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FÁTIMA
Desde el momento que le avisé a David la noticia los malestares del embarazo comenzaron. Unas ansias infinitas por zumo de naranja aparecieron, y un repudio total al olor a carne y grasa aparecieron. De pronto, ni siquiera el café me sabía rico, y empecé a acompañar mis comidas con vil agua.
Las nauseas no solo matutinas sino, constantes. De pronto llegan sin aviso y me es difícil controlarlas, por lo que tengo que respirar profundamente hasta que siento que se van. No cabe duda que estar embarazada es toda una aventura y que no es muy disfrutable al principio. Aún así, ya estoy enamorada del bebé.
Sin embargo, este día le tengo que prestar atención a ni niño mas grande, a mi David, que cumple nada más y nada menos que
