¿Hay algo peor que la resaca? Yo creo que no, siento que la cabeza me va a estallar, eso y las horribles náuseas me estan volviendo loca. No recuerdo mucho de anoche, ¿qué ocurrió? Sólo recuerdo que Diego y yo estabamos jugando y luego todo es inconcluso. Bajo las escaleras y visualizo la casa, todo está en orden, la luz me molesta. -Diego. -susurro. Pero nadie contesta. Llego hasta la cocina casi arrastrándome, enciendo la cafetera y espero paciente. -Ya llegue amor.-grita Camilo. -Shh, no grites. -¿Qué ocurre? -Tengo resaca. Camilo me mira entre sorprendido y burlón. -¿Hablas en serio? -Sí. -A mi pequeña le duele su cabeza, ¿cierto? Asiento levemente, Camilo me abraza a su cuerpo. -Ven acá pequeña, hagamos algo con tu resaca. -¿Cómo qué? -Te haré café, lo tomarás