Observo a Tara hablar alegremente con Olive mientras se encuentran en cubierta, sonrió desviando la mirada a mi mano donde se encuentra la argolla que muestra al mundo que estoy casado con el amor de mi vida. - ¿Qué nos hicieron? – pregunta Juwon a mi lado observando a Olive con sus ojos radiantes de felicidad. - Son el otro de extremo de nuestro hilo rojo – digo a lo que él se vuelve a observarme confundido, levantó mi mano y le muestro el tatuaje en mi dedo meñique – Tara y yo nos casamos hace mucho tiempo – sonrió cuando el recuerdo viene a mí mente – ella un día me dijo que dos personas que están destinadas a estar juntas están unidas por un hilo rojo. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia. No importa lo que tardes