Observó fascinado a mi hermosa castaña que sonríe traviesa mientras nos detenemos frente al lugar que ella me trajo. Un estudio de tatuajes. - ¿Enserio? – pregunto y viendo cómo frunce el ceño. - ¿Hay algo más permanente? -pregunta abrazándome por la cintura. - Un hijo – respondo sin más viendo cómo abre sus ojos como platos pero en ellos se refleja anhelo. - En nuestro caso es mejor un tatuaje – dice ella arrastrándome al interior del lugar – buenas noches – saluda en perfecto italiano. - Buenas noches – saluda una chica de vuelta muy amable - ¿en que puedo ayudarlos? - Me prestas un lápiz rojo y una hoja – dice Tara entregándome su bolso mientras la chica pone frente a ella lo que pido. Unos minutos después observó lo que dibujo y so