El día había empezado muy mal, llovía a cántaros, mire por el gran ventanal, con las manos en los bolsillos, por alguna razón el día combinaba con mi estado de ánimo, suspiré, algo estaba mal, muy mal. Mi padre había estado sin dar ninguna orden, no habían muchas noticias suyas, mis socios ya no se dirigían a mí con respeto, mis peticiones, sugerencias e incluso cualquier cosa que dijera sólo era un comentario echado al aire, algo me decía que debíamos actuar con rapidez, estaba casi seguro de que algo estaba planeando mi padre. Mi teléfono sonó con una llamada, reconocía el tono, se lo había puesto específicamente a Zoe, me acerque a él a paso lento, estaba seguro de que hoy no habíamos quedado de vernos, ella tenía una entrevista para trabajar el año próximo, había decidido apoyarla lo