Taylor sabia de que se trataba aquella conversación, una parte de si lo veía venir, él sabia que no todo era tan bueno como él lo esperaba y las palabras que ella soltaría a continuación se lo demostrarían. –Claro – el hombre se sentó en el sofá al lado de ella. Catalina respiró profundo, se pasó las manos por el rostro y por último se abrazó el cuerpo, de repente le dieron escalofríos. –Lo que pasó aquella noche – dijo refiriéndome al beso – es algo de lo que no me arrepiento, creo que ambos queríamos hacerlo y si algo he aprendido en esta vida es que es mejor no quedarse con las ganas de nada – ella lo miró momentáneamente, él estaba asintiendo con la cabeza – pero no puede volver a suceder. Taylor respiró profundo, aquellas palabras le cayeron como un balde de agua fría, aunque