Taylor descendió por el precipicio de la forma en que mejor pudo, corrió hasta donde ellos estaban y lo primero que hizo fue revisar sus signos vitales. Benjamín estaba respirando con aparente normalidad, pero Catalina, por el contrario, estaba inhalando y exhalando de forma entrecortada, al tiempo en que todo su cuerpo temblaba, casi parecía que estaba convulsionando. –¡Llamen a una ambulancia y ayúdenme a sacarlos de aquí! – gritó Taylor con desesperación en cuanto el equipo de seguridad llegó hasta el lugar del accidente. Enseguida, los hombres siguieron las indicaciones que había dado Taylor, la mitad del grupo se quedó custodiando la zona y la otra mitad se dispuso a ayudar a sacar a ambas personas del precipicio. Sabiendo que se trataba del príncipe de Bratva, las autoridades s