–No puede ser cierto – se repitió entre murmullos una y otra vez Benjamin, mientras iban en el auto que los llevaba a casa. Alise escuchó las lamentaciones de su hijo, sin embargo no pensaba decirle nada para hacerlo sentir mejor, Benjamin se involucró con Vivian y debía asumir las consecuencias, aunque para ella no eran consecuencias negativas, si no un sueño todo lo que estaba pasando. –¿Por qué no vino Taylor con nosotros? – fue lo único que preguntó la mujer. –Lo despedí. La reina hizo un gesto de desagrado con el rostro, a pesar de eso no hizo ningún otro comentario al respecto. –Mañana temprano nos reuniremos con Gregory, debemos dar al mundo la noticia del nuevo integrante de la familia – chilló feliz – el pueblo enloquecerá. Benjamin rodó los ojos con fastidio y se bajó