El resto del dia Catalina estuvo en su habitación, descansando y recuperándose de lo mal que se sentía, la comida le fue llevada hasta la cama y la chica prácticamente no tuvo que moverse para nada. Benjamin pidió al servicio que la trataran con preferencia, sabía que los últimos días no debieron ser fáciles para ella y de algún modo quería recompensarla y hacerla sentir mejor, aunque sabia que era muy posible que nada le hiciera olvidar el trauma de lo que vivió. Mientras la mujer descasaba, Taylor y Benjamin estuvieron reunidos en su oficina gran parte de la tarde, hablando sobre los extraños acontecimientos que rodeaban el secuestro de Catalina. –¿No te parece muy extraño que ella fuera la única que tenía la llave? – le preguntó Taylor, después de haberle revelado las verdades que e