—Si no le importa, señor Dashwood, me gustaría hablar con usted en privado—sugirió la señorita Garden levantándose de su asiento, la expresión entretenida en su rostro había cambiado de repente. Ahora estaba seria, parecía estar conteniéndose de alguna forma, como si estuviera enojada o quizás molesta por los pensamientos y opiniones de Roy respecto al príncipe bastardo. Supuse que en realidad a ella no debia molestarle lo suficiente como para pedir hablar a solas, sin embargo, anteriormente había mencionado a sus padres, quienes se supone eran miembros activos en su círculo social y por lo que había escuchado, el padre de la señorita Garden era un hombre muy importante e influyente, por lo que escucharlo hablar con tal libertad de la ideología que ponía en riesgo el buen nombre de la fam