—¿No decían que Barbara siguió a su padre? ¿Por qué no lo crees? —La voz de Connor se volvió fría. Sin embargo, a Melanie no le importó pues sus emociones seguían desbordadas. —¿Por qué debería confiar en ellos? Obviamente nos odian a mí y a Barbara, no les gusta que vivamos aquí y por eso echaron a Barbara de una forma tan cruel. Connor ladeó la cabeza, mirando a Melanie como si no la conociera. —Mamá, ¿no viste cómo interactuaban últimamente? Los niños quieren a Barbara, incluso ella se divierte con ellos, ¿Por qué piensas tan mal de ellos? Melanie apretó los músculos de la cara mientras sus manos se aferraron con fuerza a los brazos de Connor. —No te dejes engañar, hijo, son unos pequeños demonios que saben actuar bien, solo son amables delante de ti, hace un momento, se atrevier

