Un rato después
—Mi amor, ya llegue— Lo escucho decirme como si nada cuando entra a la habitación con la bolsa de la farmacia en la mano —Compre el antibiótico por si acaso, pero ya sabes, si da positivo…— Trata de decir y deja la frase en el aire mientras que se acerca a la cama y se sienta en el borde de esta.
Lo miro como tratando de adivinar como se siente, pero es casi imposible, él pareciera estar de lo más tranquilo mientras que yo me siento mal y encima estoy nerviosa —¿No te da miedo todo esto?— Consigo preguntarle y al parecer él es el más fuerte de los dos porque acaricia mi pelo con ternura y besa mi frente.
—Sabes, de camino a la farmacia estaba pensando en todo esto… si te soy sincero, hasta hace quince minutos atrás, estaba cagado de miedo— Admite robándome una carcajada
