—¿Pudiste saber algo acerca de quién te atacó? –cuestiona Marco y los cubiertos dejan de hacer ruido. —Sí, ya sabemos quién fue. Mi esposa es experta en esa área y no le costó nada saber quién había sido. —¿Y quién es? –pregunta uno de ellos con curiosidad. —Si, deberían decirnos quien es para cuidarnos de él. —¿Por qué tiene que ser un él y no ella? –cuestiona Khatia bebiendo de su copa. —Las mujeres no planean asesinatos así. –señala mi padre y yo me doy cuenta que aún no deja su lado machista. —Oh es verdad, nosotras matamos con prendedores y lápiz labial. –señala y bebe se su copa. —De hecho fue mi ex, una mujer demasiado rencorosa y vengativa. No sabía que iba con Alexander y mi esposa, pero tuvimos suerte. —Pues a mí me alegra que estés vivo, puse mi fé en ella por qué