En cuanto llegaron a la mansión, Ezra acorraló a Valeria contra la pared, dejándola sorprendida por aquel arrebato, Ezra no parecía querer estar cerca de ella a menudo. –Ha pasado demasiado tiempo desde que estuvimos juntos – le susurró al oído, juntándose al cuerpo de la chica que reaccionó enseguida. Valeria se aclaró la garganta – tuviste una cirugía hace poco, es obvio que no estuviéramos juntos. –Con una pierna me es suficiente para todo lo que quiero hacerte. Ezra movió a Valeria hasta darle la vuelta, de modo que el pecho y el rostro de la chica quedaron pegados contras la pared y su culo se juntó al m*****o del hombre, quien dejó el bastón a un lado a pesar del dolor y metió la mano derecha dentro de los pantalones oscuros que ella estaba usando. –Tenemos que hablar, Vale

