David se fue, lo hizo una fin de semana mientras Luz veía por el balcón de su piso e intercambiaba mensajes de texto con él. Era tan rara esa sensación sentirlo tan cerca y a la vez tan lejos, el saber que no era nada pero a la vez todo era algo difícil de asimilar. Si tan sólo él la hubiera volteado a ver antes, si tan sólo ella hubiera salido de su mundo y se hubiera animado a hablarle, tal vez, sólo tal vez, ahora estarían juntos sin preocuparse de más. Semanas después de que David se fue a Barcelona, Luz hizo su maleta y se fue al norte de España, a la frontera con Francia para trabajar en las últimas bodas donde la habían contratado y para tomar más fotos que subiría a su reciente página web que la compañía le había hecho para empezar a dar a conocer su trabajo. Como no quería