Atino a encender la radio y tararear la canción que suena en ese momento, en un intento por evitar sus sospechas. De seguro estoy siendo muy evidente y mi comportamiento no es el normal, puedo sentir por momentos su mirada en mí y eso me pone más nerviosa. El lugar está un poco lejos de la ciudad, es una pequeña casa de aspecto rustico. — Señor Mendoza, Buenas noches –saluda un anciano en la entrada- los estábamos esperando. — Buenas noches –contesta, tomando mi mano para avanzar — ¿Dónde estamos? – — Ya lo verás –avanzamos hasta el interior de la casa. Aquel lugar de estilo farmhouse iluminado con luces amarillas posee una calidez propia de un hogar. Me encanta la tranquilidad que transmite a través de sus acabados en madera, sus rústicos muebles y grandes ventanas.