[MAIA] Las puertas dobles de madera se abren mientras que esa romántica melodía suena de fondo y mi corazón se acelera. La iglesia es preciosa, y si bien sus detalles podrían embelesar a cualquiera; hoy todo se centra en él quien me espera al final del pasillo. Su oscura mirada se fija en mí y por mi cabeza se pasean los recuerdos de la primera vez que lo vi. Él me sonríe y sé que para los dos este es un momento que no olvidaremos jamás. Sin embargo, también es imposible no recordar la cantidad de momentos que hemos vivido juntos y ese volver a empezar al que nos atrevimos. No hay palabras para expresar lo mucho que lo amo y la inmensa felicidad que me da saber que existen finales felices incluso cuando yo creía que no era así. Tal vez me equivoco al decir que este es nuestro final y

