Los llantos de una niña se hicieron escuchar por todo el jardín, —Daniel, deja a Kyomi, lo siento mucho—se disculpó Audrey, —No te preocupes son solo niños — dijo Kate y tomó en brazos a su hija, pero al hacerlo su hijo Kenji empezó a llorar, —Esto de tener mellizos es todo un caos— —Tu esposo si que pegó en el blanco — comentó Audrey y sonrió, —Ni me lo digas, pero es bueno, un niño y una niña, ¿Quién lo hubiera dicho? — Harrison qué estaba platicando con Daniel Wong miró a su esposa y se apresuró a ir a ayudarle, tomó a su hija en brazos y volvió hacia Daniel, —No te preocupes ya tengo todo cubierto, se que vuelves a Corea, así que supongo que solo quieres cuidar tus intereses — —Oh, no estoy preocupado, se que puedo confiar en ti— El pequeño Daniel de seis años jaló el pantal
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