[AINARA] Después de nuestro almuerzo con Roberto, aquí estamos los dos caminando tomados de la mano por el centro comercial paseando y observando los escaparates de los negocios para despejarnos un poco de todo lo que tenemos en la cabeza —Mi huracán— Me llama mi esposo de repente y volteo a verlo. —¿Sí?— Respondo ya que no dice nada más. Lo veo sonreír, y no sé muy bien qué es lo que se trae en mente, pero la manera en que me mira es demasiado especial —Te tengo una propuesta, no quiere decir que tengas que aceptar, pero lo que te voy a decir tómalo como una manera de empezar nuestra vida juntos desde cero— Me comenta y sonrió. —Todas las propuestas que vienen de ti me encantan, así que te escucho— Le respondo muy segura y en esta ocasión, él suelta mi mano para después llevar su bra

