Cuando me desperté eran las cinco de la mañana, maldije por lo alto ya que debía estar temprano en mi puesto y no tenis mucho tiempo para salir de aquí, con sigilo me levanté y salí despavorida, “Mierda no tengo para el taxi” volví a entrar al departamento y busqué en su billetera algo de dinero “¡Maldición!” Quedé estupefacta cuando vi que su billetera estaba llena de billetes de cien. Al escuchar que sus murmullos tomé lo necesario y salí corriendo. Por suerte llegué justamente a las 7:00 am. Me pasé el día pensando en lo genial que estuvo mi noche con Víctor y de lo genial que sería volver a repetirla, pero no podría esta vez ya que perdí mis clases y debo reponerlas Al entrar a mi habitación, mi compañera me dijo que Lucas estuvo esperándome hasta tarde en la puerta, le pregunté si l