Hora de levantarnos. Nos apresuramos para dejar todo listo… es mentira lo que muestran en las películas de que en cinco minutos debemos estar listo, realmente son diez minutos, para bañarnos, ponernos el uniforme, alistar lo que necesitemos y dejar las camas perfectamente arregladas… Si mi hermana o mi mamá estuvieran acá, ya las habrían sancionado mil veces por demorarse. — ¡James, rápido! — le grito porque se le estaba haciendo un poco tarde. — ¡Perdón, perdón! — sale corriendo de la tienda de campaña. — ¿Todo bien? — le pregunto al verlo que se revisa todos los bolsillos desesperado. — Mmmm, sí— responde dudoso —solo que no la encuentro… — ¿Qué cosa? — Mi medallita. — Tranquilo, se debe haber quedado enredada en las sábanas— lo intento calmar. — Voy a ir p