Si antes no entendía nada, ahora sí que menos. ¿Por qué Chase tiene el regalo que le hice a un niño hace tantos años? ¿Por qué la carta es de parte de James? ¿QUÉS ESTÁ PASANDO?, grito internamente. Leo nuevamente la carta, al menos unas tres veces más. Ya no recordaba nada de lo que había pasado con ese niño en el campamento… niño del que ahora vengo a enterarme el nombre. Pero ¿qué tiene que ver este James con Chase?, me pregunto mirando la carta. Saco el reloj de arena que hice, lo pongo sobre el escritorio que hay en el estudio y a si lado pongo la foto y la carta. Mis ojos están clavados sobre esas tres cosas e intento atar cabos sueltos que me ayuden a entender, pero nada. — Princesa, ¿no encontraste los micrófonos? — escucho que dicen desde afuera. Abre la