Estacione el auto frente a la fiesta y los cuatro bajamos del auto, atrayendo así todas las miradas a nosotros. Los chicos me miraron con malicia y yo a ellos. ¡La fiesta oficialmente comenzó! Pasé mi brazo sobre los hombros de Mariana y con los chicos a nuestro lado, entramos a la fiesta. El cuchicheo de los presentes, algunas caras de sorpresa, otras de enojo y así conforme avanzábamos, se me hace un poco incómodo, pero eso no importa ¿Saben porque? La razón es simple y es que nada puede ser tan importante como para que me arruine la felicidad que ciento al estar junto a Mariana. ¿Cursi? Tal vez ¿Me importa? Ni en lo más mínimo. Una canción en especial comenzó a sonar y vi como la sonrisa de Mariana se engrandecía. Ella le entrego la cartera a Owen y yo jaló a la pista junto a