A la mañana siguiente sucedieron muchas cosas. La primera fue que me había mandado una foto de Mike junto a una chica, sentados muy juntitos. Cuando bajé a desayunar, traté de no intercambiar miradas con él, para que no sospechara que algo pasaba. No porque esté molesta, es solo que necesito pensar bien las cosas antes de hablar con él. Cuando llegué a la universidad, la gente no dejaba de mirarme como si supieran algo de lo que yo no estaba enterada y conforme me adentraba en los pasillos eran más y más los susurros y las miradas acosadoras, estaba volviéndome loca. Un grupo de tres chicas me miraban y reían, intenté mantener la compostura, pero se me hizo imposible. Con la poca paciencia que tengo, fui hasta donde ellas de forma creo yo, amenazante. -¿Alguna de ustedes tiene algún pro