Christine Sentí el dulce aroma que desprende mi compañero, incluso antes de que tocará el timbre. Sabía que me encontraba molesta con él, algo dentro de mí lo sabía, pero ahora mismo desconocía la verdadera razón. Era extraño sentirme así, como si de un día para otro parte de mis recuerdos hubieran sido borrados, como si ese evento que había preocupado a todos no hubiera sucedido, como si esas horas no hubieran existido. Lo único que me hacía saber que eran reales, era justamente la preocupación de todos los presentes y la venda en mi abdomen. Me apresure hacia la puerta, abriéndola apenas escuché el sonido. Demonios, tal vez debería mostrarme algo molesta, sobretodo por el hecho de su silencio estos días, pero no puedo, lo extrañe. En el instante en el que lo ví, comprobé que com

