Curtis Wood Su voz me alcanza mientras termina de aplicar un poco de crema en sus brazos. «Joder, pensé que no había escuchado bien. O que lo había olvidado». La pregunta es directa, sin rodeos, como todo en ella. Y me pilla sin una respuesta fácil. Porque si le dijera la verdad… me mandaría al carajo. La observo por el reflejo. Angelica es hermosa, mucho más en su postura actual, descalza, con esa naturalidad suya que me desconcierta. Ni un solo gesto fingido. Ni una pose. Es una distracción, en todos los sentidos que se puedan entender. Me paso una mano por la mandíbula, respiro hondo. No tengo un guion para esto. Y por más que me haya atrevido a decírselo, no estoy seguro que sea lo correcto, lo que debo hacer. Sin embargo… —Me refería… justamente, a lo que escuchaste —le contes